Introducción
El internet de las cosas (IoT) es una tecnología que facilita la conexión de objetos físicos a internet para que puedan enviar y recibir información. Esta interconexión hace posible que dispositivos como electrodomésticos, vehículos, televisores trabajen de forma inteligente y automatizada.
Desarrollo
El internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés) es un concepto que permite la interconexión de “cosas” u objetos físicos a través de internet, dotándolos de capacidades para reconocer, posicionar, rastrear, monitorear y administrar estos objetos de manera inteligente. Surgido a partir de la comunidad de identificación por radiofrecuencia (RFID) en 1999.
IoT no es una única tecnología sino un conjunto integrado de diversas tecnologías hardware y software, incluyendo microcontroladores, sensores, redes inalámbricas (Wi-Fi, ZigBee, Bluetooth, GSM, GPRS), RFID, GPS, y tecnologías para procesamiento y almacenamiento de datos como la computación en la nube.
Se agrupan en tres categorías principales: adquisición de información del entorno, procesamiento de información, y seguridad y privacidad.
Características principales
• Interconectividad: Cualquier cosa puede estar conectada al sistema global.
• Heterogeneidad: Gran diversidad en hardware y redes.
• Escala enorme: Millones o miles de millones de objetos conectados.
• Seguridad: Protección de datos personales y física, estableciendo paradigmas de seguridad escalables.
• Conectividad: Accesibilidad y compatibilidad en redes.
Arquitectura del IoT
Se estructura en varias capas:
Capa de sensores / dispositivos inteligentes: Incluye los sensores que miden propiedades físicas (temperatura, presión, humedad, movimiento.
Capa de gateways y redes: Infraestructura de comunicación que transporta el gran volumen de datos.
Capa de servicios de gestión: Procesamiento y análisis de datos mediante motores de reglas, análisis en memoria y en tiempo real, manejo y filtrado de datos, y control de seguridad para garantizar privacidad y autenticidad.
Capa de aplicación: Incluye aplicaciones inteligentes en diferentes dominios como transporte, ciudades inteligentes, salud, industria, agricultura, gestión ambiental y energía.
Se identifican avances en:
• Hardware: Nanotecnología, miniaturización, sensores inteligentes, circuitos de muy bajo consumo, dispositivos modulares de bajo costo.
• Tecnología de comunicación: Antenas en chip, protocolos unificados, chips reconfigurables, convergencia de gateways.
• Software: Orientado a objetivos, adaptable, consciente del contexto, autónomo.
• Descubrimiento y motores de búsqueda: Servicios escalables para conectar cosas y servicios.
• Seguridad y privacidad: Políticas centradas en el usuario, dispositivos seguros y de bajo costo, enfoques descentralizados.
Interoperabilidad en IoT
Un reto importante es garantizar que los diversos dispositivos puedan comunicarse y compartir información. Se distinguen varios niveles de interoperabilidad:
Técnica: Comunicación máquina a máquina.
Sintáctica: Formato y estructura de los datos.
Semántica: Significado y entendimiento común de la información.
Áreas de aplicación
• Internet de la vida inteligente (IoSL): Domótica, control remoto de electrodomésticos.
• Internet de ciudades inteligentes (IoSC): Gestión de infraestructuras, transporte, estacionamiento, seguridad pública y manejo de residuos.
• Internet del medio ambiente (IoSE): Monitorización de calidad del aire, agua, detección temprana de incendios, protección de fauna.
• Internet de la industria (IoSI): Detección de gases peligrosos, mantenimiento predictivo, gestión de residuos industriales.
• Internet de la salud (IoSH): Vigilancia de pacientes, control de medicamentos, monitoreo de actividad física y asistencia para personas mayores.
• Internet de la energía (IoSE): Redes eléctricas inteligentes, monitoreo de energía eólica y solar, eficiencia energética.
• Internet de la agricultura (IoSA): Control climático en invernaderos, vigilancia animal, optimización del riego y fertilización.
Conclusión
El internet de las cosas es una nueva forma en que internet conecta el mundo físico y digital. Esta tecnología enfrenta desafíos en interoperabilidad, seguridad, gestión de datos y energía. Su diversidad de aplicaciones potenciales promete transformar radicalmente sectores industriales, urbanos y personales.
